Formentera es una isla única por muchas razones. Una de ellas es el orgullo con el que presume de sus tradiciones. No es difícil encontrarnos con pruebas de ello, hasta en las zonas más frecuentadas por las personas que vienen buscando esa singularidad mediterránea.
Paseando por la costa de Es Pujols nos podemos encontrar las mismas instalaciones que los pescadores artesanales de la isla llevan usando desde siempre. Troncos de Sabina y recios cabos que siguen cumpliendo su función. Que siguen presentes para que no nos olvidemos nunca de que Formentera también es y debería seguir siendo tradición.