Hoy nos vamos a disfrutar de la puesta de sol en uno de los lugares menos habituales de la isla de Formentera. Salimos al atardecer de Castaví hacia Sant Ferran de Ses Roques para tomar la carretera que nos lleva por donde la isla se estrecha hasta su zona más elevada. Nos dirigimos al Pilar de la Mola. Allí aparcamos nuestro vehículo y buscamos el punto donde arranca la ruta verde 31.
Avanzamos por el sendero que nos lleva hacia el mar dejándonos impresionar por la amplitud del paisaje. Extensos campos que dejan ver entre la vegetación baja, propia de esta parte de la isla, antiguos muros de división e incluso algún resto de fortificaciones centenarias. A medida que nos vamos acercando al acantilado, la visión de Formentera e Ibiza se hace cada vez más completa y emocionante. Llegamos a unos de los balcones naturales en el que nos acomodamos y mientras el sol va completando su trayectoria de descenso. Lo que experimentamos luego es difícil de explicar con palabras. Solo queríamos que no terminase.