Hoy nos vamos a conocer una imponente construcción en lo alto de un acantilado inaccesible que constituía una de las primeras líneas defensivas de la Isla de Formentera. La Torre des Garroveret fue construida en el siglo XVIII como atalaya para el avistamiento de naves enemigas y comunicación a la población de su presencia mediante señales de humo o fuego.
Su sola presencia intimida. Un protagonismo sereno que se erige por encima de todo lo que le rodea. Solo pequeños arbustos aromáticos y el telón de fondo del mar acompañan la soledad de esta construcción defensiva que interpreta a la perfección su poder disuasorio.
Volvemos a Castaví con esa sensación poderosa de lo inexpugnable.